jueves, 5 de agosto de 2010

CUANDO SE PONEN MALOS

Durante más de diez días he estado en casa con problemas informáticos ó tecnológicos. Ve tú a saber cómo pueden llamarse.
Los mensajes del correo electrónico o sea los " emilios" no se abrían. Ni siquiera sabía si los que yo enviaba llegaban a su destino .De vez en cuando se abría un cuadro con texto que decía: "El mensaje que... o " La impresora...No me daba tiempo a leerlo .Nunca me da tiempo a leer los textos, los avisos íntegros .Pero de algo me estaban avisando. Viene a ser como cuando a tu hijo pequeño lo ves rarillo pero no sabes lo que tiene porque aún no habla.
Yo le pregunté a la hija de una amiga mía que sabe muchísimo de estas cosas y me dijo: Será un virus. Límpialo.
¡Y ya está! ¿Cómo o donde encuentro yo este virus? . Fíjate si llevamos años con el virus de la gripe, el de todos los inviernos y habría de verlo y no lo reconocería... Cuanto más este del ordenador que no sabía ni que existía.
No pido más explicaciones porque son completamente inútiles para mí. Yo cuando empiezan con las jigas, la software y los bits necesarios para transferir... Me pierdo. Es que me quedo en blanco.
Lo que si supe, es cuando me dijeron que tenía que limpiarlo era por dentro. Era a base de tocar botones y teclas. ¿Pero cuáles?
Pepe se los conoce todos. Pepe es el chico al que yo llamo cuando algo no funciona. Siempre le digo: Algo se ha estropeado Él viene, le toca al " idóneo" y a funcionar .No estaba estropeado, pero él es un chico amable y educado y no me hace sentirme ignorante y da por sentado que lo ha arreglado..
A mí me hace falta saber en cada momento cual es el "idóneo". Ya va siendo hora de que me maneje solita. Le he guiscado a todos los botones habidos y por haber y al final he conseguido leer un mensaje completo " A la impresora le falta tinta negra"
Le he puesto su tinta negra, Estaba transida. Llevaba dos semanas sin funcionar. Como aceite a un candil
Ha empezado a imprimir un texto como una loca. Yo le había pedido una sola copia pinchando en el de: Número de copias 1. Que si quieres. Ha empezado a grabar hojas y hojas y no había manera de pararla. La he tenido que desenchufar y dejarla descansar un rato. Me la imaginaba sudorosa y despeluchada porque no sabéis la marcha que había cogido. Apago todo, me voy y al rato vuelvo para ver si se le ha pasado esa euforia, ese desenfreno que tenía hace un rato.
Vuelvo a enchufar y vuelve a salir pitando a una velocidad que asusta. Lleva más de 200 folios. Tengo la impresión que está jadeando. La apago de nuevo.
Ahora me tenéis a mí delante de la impresora con miedo a ponerla en marcha porque ya no me fío.
Puede ser, y no descarto esta idea, que algo llevaría la tinta nueva que le he puesto. Y no es ningún disparate pensar esto puesto que, si estos artilugios se ponen malos, si se contagian con los virus como las personas los animales y las plantas... ¿Por qué no van a ser sensibles a una tinta nueva que la volvió loca?
Yo ya me lo creo todo. Voy a estar atenta porque puede ocurrir que un día no muy lejano me aparezca un mensaje diciendo: " Ponme de la tinta que me pusiste cuando estuve mala"
Voy a llamar a Pepe y que ponga orden en estos aparatos para que empiecen a comportarse como máquinas que son, Tengamos la fiesta en paz. Yo creo que se están sacando chinas de más. Quieren ser igual que nosotros, los humanos. Los virus, el cansancio y la locajeria son patrimonio de nosotros los hombres. De las mujeres también, que ahora hay que dejar esto bien claro.
Robots, ordenadores, impresoras y artilugios en general no os paséis. Cada uno en su sitio y Dios en el de todos.